Urbach-Weithe, Ariana
¿Habéis oído hablar alguna vez de la enfermedad de Urbach-Weithe?
Pues esta es Ariana Alonso, tiene 24 años y su principal
característica, que le hace única, es que no tiene miedo a nada.
La enfermedad de Urbach-Weithe le ha destruido la zona del cerebro donde se genera la amignala cerebral. Un daño irreversible.
La gente como Ariana nunca siente miedo. Este es sustituido en la mayor parte de las ocasiones por curiosidad, por lo que el individuo se vuelve altamente vulnerable al mundo hostil que le rodea. El miedo es una herramienta fundamental para sobrevivir.
Otras peculiaridades que poseen los enfermos de Urbach-Weithe es que no se incomodan cuando le invaden el espacio personal o que tienen dificultades para comprender y distinguir los sentimientos ajenos, sobre todo el miedo. Esto hace que la relación de Tomi y Ariana, en sus inicios sea muy complicada, pero la amabilidad, el cariño y la insistencia de Ariana hacen todo mucho más sencillo.
¡Que no tenga miedo no significa que no tenga sentimientos!
La enfermedad de Urbach-Weithe o Proteinosis lipoidea se descubrió en 1929, gracias a los invesitgadores a los que debe su nombre: Erich Urbach y Camillo Weithe.
Urbach-Wiethe es una enfermedad genética recesiva poco frecuente que tiene síntomas dermatológicos y neurológicos. Se conocen menos de 300 casos en todo el mundo.
Algunas de las personas que sufren esta enfermedad presentan daños dermatológicos, mala cicatrización de las heridas, labios amarillentos y molestos abultamientos de la piel alrededor de los ojos y en las manos. Mientras que, en otros casos, se registra un daño cerebral irreversible en la amígdala que, entre otras cosas, les impide tener miedo a nada y los convierte en temerarios.
Hace tiempo que los expertos saben lo importante que es esta zona del cerebro en el procesamiento de las emociones, aunque aún no tienen demasiados datos sobre cómo funciona. De hecho, en este caso, el único sentimiento que se ve interrumpido es el miedo. El resto de la paleta emocional de estas personas se mantiene intacta.
Esta enfermedad no es mortal, pero no tiene cura.